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Se buscan trabajadores en Vietnam

Una pareja de Magdeburgo da clases de alemán en el Mar de China y busca personal de enfermería en Sajonia-Anhalt.

De Bernd Kaufholz 21.01.2020, 00:01

Magdeburgo l Steffi Wagner aún recuerda con claridad su primera visita a su abuela en Vietnam. "Tenía seis años y no entendía una palabra de lo que decía mi abuela y viceversa". Lamenta no haber crecido bilingüe. "Aunque mi padre es vietnamita, en casa sólo hablábamos alemán".

Pero mientras tanto, han recuperado el tiempo perdido. Steffi y Lars Wagner han aprendido el idioma, que tiene varios significados para las mismas palabras que sólo se diferencian en la forma de pronunciarlas. Lars: "Durante tres años, siempre los domingos. No fue nada fácil". Y su mujer, de 30 años, sonríe: "Cuando estuvimos en Vietnam en 2018, pude hablar con mi abuela por primera vez".

Una razón importante por la que los Magdeburgo han estudiado tan intensamente la lengua austroasiática es que los conocimientos lingüísticos son un requisito previo para obtener un visado de cinco años para su estancia entre Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh. Ambos han recibido también el apoyo de la Asociación Vietnamita de Magdeburgo, que les acompaña en su aventura.

Los dos necesitan el visado de cinco años y los conocimientos lingüísticos, pues quieren enseñar alemán en un colegio privado de Vinh (provincia de Hatinh). Lars Wagner, que estudió teología durante un tiempo, también se siente responsable de la parte pastoral.

El padre de Steffi llegó a la RDA hace 30 años y estudió ingeniería civil en la Universidad Técnica de Magdeburgo. "También conoció a mi madre en aquella época y se casaron", cuenta la joven. "Pero después de 1989, tuvo que volver a Vietnam. Sólo le permitieron volver a Alemania después de cuatro años".

Steffi Wagner nació enamorada de Vietnam. Y las historias sobre su abuelo, que murió en el bando norvietnamita en la guerra contra Estados Unidos, le interesaban ya de niña.

Tras estudiar salud/rehabilitación en la Universidad de Magdeburgo, se licenció en ciencias del deporte. Ya había trabajado en el "Centro de Salud y Entrenamiento Sensoriomotor" de Magdeburgo durante sus estudios. Desde hace tres años trabaja de forma permanente en el centro.

Pero Steffi Wagner nunca ha olvidado sus raíces. "Cuando mi marido y yo estuvimos en el país natal de mi padre en 2016, lo primero que se nos ocurrió fue ayudar a mi familia. El trasfondo era que los trabajos en Vietnam no son muy buenos". Pero se convirtió en algo más. "Fundamos la empresa 'SL7 Wagner Sports'. Una empresa de comercio justo que fabrica sujetadores deportivos para Alemania". Sin embargo, a la larga hubo problemas con las tallas, a menudo muy diferentes, de los sujetadores y los Magdeburgo se salieron.

"En 2018, visitamos un hospital en Hatinh", recuerda Lars Wagner. "Allí vimos a muchos niños enfermos. Entonces decidimos ayudar a la gente de Vietnam de alguna manera". Sin embargo, al principio no tenían una idea concreta.

El apasionado triatleta Lars se puso en contacto con una organización de ayuda en una competición de recaudación de fondos en Hamburgo. "Me pareció genial la idea de financiar una vaca a crédito para los granjeros vietnamitas y devolver el préstamo con el segundo ternero".

En 2019, en Vinh, una ciudad de 490.000 habitantes en el centro de Vietnam, se enteraron de que la escuela sin ánimo de lucro para la educación y el trabajo "ICO Euro", que se dedica a la educación y a la contratación laboral internacional, buscaba dos profesores alemanes.ICO Euro está especializada en el mercado europeo, en particular en el de habla alemana.

“Durante la formación, también queremos dirigirnos a estudiantes de idiomas adecuados e inspirarles para que trabajen en el sector de la asistencia en Sajonia-Anhalt", afirma Steffi Wagner.Hay un gran interés por parte de una empresa que explota varias instalaciones entre Arendsee y Zeitz", prosigue la joven de 30 años.

Con su proyecto, los Magdeburgo cubren un hueco en el mercado y están en plena sintonía con el Ministro de Economía de Sajonia-Anhalt, Armin Willingmann (SPD), que estuvo en Vietnam hace apenas unas semanas.

El Ministro ve en la estrecha colaboración con el Estado una forma de atajar la aguda escasez de trabajadores cualificados en Sajonia-Anhalt. "Solo en octubre teníamos unas 20.000 vacantes sin cubrir", afirma. "Los expertos parten de la base de que la demanda de trabajadores cualificados aumentará hasta 300.000 en 2023 debido al descenso de la población. Por tanto, no nos queda más remedio que contratar trabajadores cualificados extranjeros".

Con vistas a contratar trabajadores cualificados, se establecieron con éxito nuevos contactos en Vietnam. "Un proyecto destacado es la cooperación entre las ciudades hermanadas de Wernigerode y Hoi An", afirma Willingmann.

Ya este año, hasta 30 jóvenes vietnamitas acudirán a la región de Harz para formarse tras haber estudiado idiomas en Vietnam, y se formarán como especialistas en hostelería, enfermeros geriátricos y especialistas industriales. "Tales proyectos pueden contribuir a satisfacer la demanda de trabajadores cualificados en el sector asistencial y otras industrias, aunque no sean la única solución a la escasez de trabajadores cualificados".

Steffi y Lars Wagner han dejado una pequeña puerta trasera abierta por si al final no consiguen afianzarse en Vietnam: "De momento, mantendremos nuestro apartamento en Magdeburgo", dice la joven de 30 años. "Después de un año, queremos sentarnos juntos y decidir qué hacer a continuación".

Ninguno de los dos tiene miedo de mudarse a otro continente, ni les faltan ideas. "Tenemos en mente un lugar de encuentro, una especie de Casa Alemana. Para que vietnamitas y alemanes puedan conocerse mejor".

Las cosas resultaron diferentes de lo esperado.